Primera actuación. "Domados"

Ayer fue uno de los días más importantes de "teatro el que lo lea", fue nuestra primera actuación.

La primera actuación de un grupo siempre es un momento mágico que se queda grabado en la memoria de sus integrantes para la eternidad y ayer tuvimos un momento para la eternidad.

Desde que nos reunimos por la mañana ya se notaban en el ambiente los nervios pero sobretodo las ganas de salir a la calle a expresar, comunicar, sentir, crear, y en definitiva las ganas de hacer teatro.

Vernos a todos juntos en una casa vistiéndonos como bestias y como señores/as es una estampa digna del recuerdo y sentir el calor de nuestros cuerpos preparándose para una actuación inminente con el público a un metro de ti es una sensación que nunca debería ser relegada al olvido.

Y llegó el momento de la verdad, el momento que tanto tiempo estábamos esperando los integrantes de este grupo, el momento de comernos la calle.

Nada más salir pudimos saborear uno de los mayores privilegios que se pueden tener, que es el de provocar sensaciones a un público que no sabía en ese momento ni que era público.
Vimos de todo. vimos a gente sorprendida, expectante, indiferente e incluso gente asustada.

Y ese es el privilegio, ver como un padre es feliz viendo que su hijo está disfrutando de algo diferente en las calles de la ciudad por donde pasea cada día, comprobar las caras de sorpresa de la gente que está tomando tranquilamente un café en la terraza de un bar y sobretodo ver como una persona, detiene su rutina y se queda quieta entendiendo y recibiendo el mensaje que pretendemos transmitir con la performance de ayer.

Y el mensaje era el siguiente:
Con la performance de ayer queríamos expresar como los "señores/as" que gobiernan este país nos tratan como si no tuviéramos derechos y nos manejan como si fuéramos animales de compañía que dirigen con cuerdas y castigan con cadenas.
Que nos intentamos revelar a veces unos pocos pero que solos no podemos, porque ellos manejan el poder de una nación, algo que en teoría debería residir en el pueblo y no en unos pocos señores/as impunes a todo mal y que encima llevan la cabeza bien alta.
Y en definitiva queríamos transmitir que aunque nos tengan atados y encadenados, en nosotros está la evolución, que aunque traten de reprimirnos y manejarnos, en la unión está la fuerza y que sentimos que éste es el momento de olvidar lo que nos separó y pensar en lo que nos une.

Muchas gracias a todas y cada una de las personas que estuvieron presentes en nuestra primera representación, sin vosotros no hay teatro, habrán muchas más sorpresas en breves.

¡Ah! Y... ¡Teatro el que lo lea!